Qué ver en Zug
De camino a la ciudad más turística de Suiza y capital del cantón de Lucerna, se puede visitar la maravillosa ciudad medieval de Zug. Bañada por el lago del mismo nombre, es una ciudad con un enorme encanto donde destaca su imponente reloj astronómico.
Zug es la capital del cantón del mismo nombre donde el idioma oficial es el alemán. Se trata de una ciudad pequeña por lo que basta con un par de horas para visitarla. Por tanto, podemos aparcar en zona blanca y abonar en el parquímetro el importe correspondiente. Si encontramos una plaza en zona azul podemos dejar el coche gratis utilizando el reloj que ya mencionamos en nuestro post de qué saber antes de viajar a Suiza.
Nuestro Itinerario Recomendado
Iniciamos nuestro recorrido desde el punto más céntrico del casco histórico de la ciudad.
El zytturm, el corazón de Zug
Zytturm (1), es la torre más importante de la ciudad y cuenta con 52 m de altura. Se puede visitar y subir arriba pidiendo la llave en la tienda que se encuentra al pie de la torre. El tejado cuenta con los colores de Zug, azul y blanco y la pequeña campana que da las horas, es una de las más antiguas de Suiza.
En principio era únicamente la puerta de entrada a la ciudad pero posteriormente se fue ampliando. Hasta 1557 la torre del reloj no adquirió el aspecto actual y en 1574 se añadió el reloj astronómico que muestra los días de la semana, los meses, las fases de la luna y los años bisiestos. El círculo interior del reloj está dividido en siete secciones correspondientes a los días de la semana y el exterior en doce correspondientes a los meses del año. Por último, hay un anillo blanco y negro alrededor de la circunferencia exterior en el que se muestran las fechas individuales de cada mes.
Con respecto a las manecillas, son cuatro y giran a diferentes velocidades mostrando una cosa diferente: la que tiene una flecha marca los días de la semana; la de la luna, el día correspondiente del mes; la del sol, el mes y, por último, la más pequeña y más lenta con una “S” dorada, indica los años bisiestos y tarda 4 años en dar una vuelta completa.
Los días de la semana se simbolizan por dioses y diosas reconocibles por sus atributos. El domingo la aguja pasa por encima del dios del sol sujetando el disco del sol en la mano. El lunes se simboliza con la diosa de la luna que sujeta su arco. Marte presta su nombre al martes con su armadura completa. Mercurio es el dios de los miércoles con un sombrero. Para los jueves, Júpiter aparece con una corona en la cabeza. Una flecha de amor y una bola de fuego son los atributos de Venus y sus viernes. Por último, Saturno representa con su imagen a los sábados.
Los meses se representan como los signos del zodiaco y las fases lunares pueden ser leídas en dos lugares: por un lado, con la manecilla de la luna que está en la posición de las 12 con la luna nueva, a las 3 con el primer cuarto, a las 9 con el último cuarto y a las 6 con la luna llena. El otro indicador es la bola mitad dorada mitad negra: con luna llena la parte dorada brilla mientras que con luna nueva desaparece por completo mostrando únicamente la parte negra.
Conociendo otros edificios emblemáticos
El Rathaus (2), o ayuntamiento nos espera tras cruzar la torre. La placa que indica “rathaus” lo delata en su fachada. El edificio fue construido en 1509 y es de estilo gótico tardío. Actualmente es un museo histórico y un anticuario.
Cerca, tendremos la oportunidad de visitar el Museo de la pesca (3). En la planta baja de este museo hay una zona de cría de peces de distintas clases y, en la planta de arriba, se puede ver una exposición de historia pesquera y distintos objetos.
Entrada gratuita el día del pescado, el día internacional de los museos y el festivo nacional, 12, 13 de Mayo y 01 de Agosto (10-17 h); entrada del 03 de Marzo al 13 de Mayo, sábados y domingos de 11 a 15 h.
Fuente Greth-Schell (4), situada frente a Liebfrauenkapelle, simboliza a la mujer (Greth Schell) que lleva al marido borracho a casa. Cada año se recrea la historia durante el lunes de Carnaval.
Liebfrauenkapelle (5), también llamada la capilla de nuestra querida señora es la más antigua de Zug. En el interior tiene pinturas murales características del estilo gótico tardío.
Pulvertum (6), torre de la pólvora construida a principios del siglo XVI como parte de la muralla de la ciudad que tenía un grosor de 2,7 m. Como su nombre indica, se usó durante tres siglos como almacén de pólvora aunque hoy en día está habilitada para la realización de eventos en su interior por lo que no se puede visitar, únicamente se puede alquilar. Desde ella podemos ver la Iglesia de St. Michael (7) a la que nos podemos acercar si queremos.
Huwilerturm (8), es otra de las torres de la muralla de la ciudad de la cual no se conoce con exactitud el año de construcción aunque se calcula que data del siglo XVI. Su nombre actual no hace referencia a su constructor, Huwiler sino a un dueño posterior. La torre tuvo diversos usos a lo largo de su historia: almacén de pólvora y otros materiales, escenario de teatro… y únicamente se podía acceder a su interior desde el lado de la ciudad. Al igual que la torre de la pólvora, tampoco se puede visitar, únicamente alquilar para eventos.
Opcionalmente se puede visitar el Kunsthaus (9), de martes a viernes de 12 a 18 h y sábado y domingos de 10 a 17 h. Se trata de un museo de arte contemporáneo y moderno.
Otra opción de museo pero esta vez de historia local es el Burg Zug (10), entrada gratuita el primer miércoles de cada mes; entrada 10 CHF o 6 CHF para tarifa reducida en horario de martes a sábado de 14 a 17 h y los domingos de 10 a 17 h.
Kirche St. Oswald (11), está considerada uno de los edificios tardíos góticos más importantes de toda Suiza y destaca por su alta torre característica de este estilo. La construcción se inició en 1478 gracias al botín obtenido de las guerras de Borgoña por lo que es un reflejo de la riqueza de este período y es el edificio sagrado más grande de la ciudad. La iglesia está dedicada a San Osvaldo, rey de Northumbria.
Fuente Kolinbrunnen (12), localizada delante del hotel Ochsen fue construida en 1541. En un principio recibió el nombre de Lindenbrunnen ya que la plaza en la que se encontraba se conocía como Lindenplatz aunque a día de hoy se conoce como Kolinplatz y es el centro de la ciudad. En ella se pueden ver tanto el escudo como el estándar de la ciudad con los colores azul y blanco que ya habíamos comentado. Ha habido diversas interpretaciones de la fuente a lo largo de su historia pero a día de hoy se considera que representa al caballero Wolfgang Kolin.
A lo largo del paseo por el casco histórico, podemos comprobar cómo las casas siguen teniendo ese aire medieval tan característico: las vigas quedan a la vista en las fachadas enmarcando las típicas ventanas y sus postigos de madera y abundan los carteles clásicos, ya sea pintados directamente en las fachadas o en forja colgando sobre las puertas de los comercios. Como en buena parte de Suiza, llueve mucho, de hecho la media es de 136 días al año, por tanto, los techos de las casas son a dos aguas.
Por otro lado, Zug destaca no sólo por ser una bonita ciudad medieval sino también por la belleza que le aporta el lago de Zug que la baña. Hay un paseo a orillas del lago desde donde disfrutar de maravillosas vistas. Una vez que llegamos al casino (13) podemos ver un monumento que marca el punto donde una parte de la orilla se deslizó en el lago en 1887. Además, es una zona de baño que imaginamos que en un buen día estará llena de gente, nosotros no tuvimos suerte y el día que lo visitamos llovía así que sólo nos lo pudimos imaginar.
CURIOSIDAD
En los años 90, este cantón era el más pobre de Suiza. Sin embargo, la medida de rebajar los impuestos tanto a los ciudadanos como a las empresas, dio un giro de 360 º a la economía. Así, se consiguió que numerosas empresas se registraran en la ciudad haciendo convirtiéndolo en el cantón más rico del país.